lunes, 28 de abril de 2008


Plácido ante la suave
caída de
arandelas
No transportaba ni
sabía en dónde
poner un almacén
o dónde un taller
Sólo veía un caer
y de un manotazo
de una caricia
Residuos de máquinas:
era un fluir
de una arandela,
de ver
una pantalla,
de cables
Los dejaba caer, fingiendo
construir
otra cosa
Y muchas algas
ponían su color
y quitaban los otros
Y muchas algas
lo sostenían
mientras miraba
un pez horroroso
Se dejaba caer, pretendiendo
construir
una ballena hermosa

No hay comentarios: